Después de cuatro años de encuentros entre nosotras en el contexto residencial, queríamos explorar nuevos espacios juntas y disfrutar de nuestra compañía. Por este motivo, surgió la idea de nuestro primer viaje juntas, que sería a una casa rural. Organizamos la salida con mucha ilusión y cariño, con el objetivo de (des)conectar.
El destino elegido fue un pueblito de montaña situado cerca de la Sierra de Gredos. Pusimos rumbo desde Fuenlabrada con el furgonetón de Manantial, disfrutando de los paisajes que nos encontrábamos en la marcha.
Las impresiones al llegar a la casa fueron de sorpresa, pues era espectacular y como decimos todas: “lo que nos merecemos”. Teníamos una piscina climatizada, barbacoa y unas vistas que quitaban el sentido.
Comimos muy rico, gozamos la piscina, salimos a pasear, meditamos, conectamos con la energía de la naturaleza y con nuestra parte más salvaje. Nos cuidamos, nos abrazamos.
Este viaje también supuso un reto para todas, ya que salimos de nuestra zona de confort y pudimos conocernos más y vincular desde otro lugar.
En el camino de vuelta, antes de llegar a la Residencia, ya estábamos planeando nuestro siguiente destino.
Agradecemos enormemente a Fundación Manantial, y en especial al área de Ocio y Voluntariado por hacer posible nuestras “locuras”.
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