
Reflexiones: el blog de Fundación Manantial
Con el cuento a otra parte: Club de lectura de la Residencia “Parla”
Según alguno de los innumerables estudios que se realizaron a partir del confinamiento por la pandemia, el hábito de la lectura aumentó en gran medida durante el pasado año. Ni que decir tiene que disponer de tiempo por el abandono de otras aficiones siempre facilita retomar esas historias que se quedaron a medias. Pero sospecho que el motivo por el que muchas personas se acercaron, algunas por primera vez, a la fantasía (facultad humana de reproducir por medio de imágenes mentales, hechos pasados o futuros que se desea o no que ocurran) también tenía que ver con la posibilidad de transportarse a un lugar diferente, a una realidad que les ofreciera un rol alternativo.
Y es que viajar (con nuestro cuerpo o con nuestra imaginación) nos da la posibilidad de situarnos en otros contextos, de sentir como siente otro, de experimentar situaciones ajenas a la cotidianeidad, de establecer otras formas de relación, desplegando nuevas estrategias, y por eso nos enriquece.
Sin la posibilidad de hacerlo físicamente, atrapados en un microsistema reducido a la mínima expresión, a un cuarto no siempre propio, el macrosistema se tornó amenazante y peligroso, desapareciendo los espacios intermedios, lo comunitario, sustituidos por un oscuro vacío. Rellenar ese vacío se convirtió en una necesidad, en un anhelo por encontrar el puente que nos permite marchar y volver; alejarnos y diferenciarnos, sabiendo que podemos regresar. Bien dice la poeta Elvira Sastre que todos los viajes son de “huida y vuelta”.
Esta situación de confinamiento forzoso, nueva para la mayoría de las personas, no lo era tanto para algunas con las que trabajamos, familiarizadas con ese vacío. No es de extrañar, entonces, que parte de la sociedad echara mano de algunas de las estrategias que ya utilizamos en nuestros recursos y se atreviera a transitar por los puentes que ofrece la literatura.
En la Residencia “Parla” llevamos tiempo recurriendo a estos viajes literarios, y que pretenden llenar ese vacío amenazante, creando puentes con el afuera desde un espacio seguro. Hace ya cuatro años que comenzó el Club de Lectura, y cuando nos dirigimos a la sesión con el papel en la mano, siempre hay alguien que pregunta ‘¿A dónde vas con ese cuento?’, y alguien que responde ‘me voy con el cuento a otra parte‘.
Más información (texto redactado con motivo del primer aniversario).
José Manuel Álvarez de Prado. Residencia “Parla” Fundación Manantial
Compartir en
Nuestro lado más solidario contra la pobreza
Otras reflexiones

Tacos, trufa y buena compañía: así vivimos el Día Solidario de las Empresas con Ibercaja
Fundación Manantial ha participado un año más en el Día Solidario de las Empresas, la gran jornada de voluntariado corporativo organizada por la ONG Cooperación Internacional. En la colaboración con Ibercaja, en el Centro de Día «Rivas» participamos en una masterclass de cocina fría en la que aprendimos a elaborar tacos mexicanos y sándwiches especiales. Uno de los participantes ha querido contarnos su experiencia. Pom, pom pom.
Leer más
Concienciación y apoyo en salud mental: acercando la figura del Asistente Personal al ámbito penitenciario
En el medio penitenciario en el que desarrollamos nuestra labor, trabajamos de manera activa en la concienciación sobre la salud mental, fomentando la reflexión y la visibilidad tanto entre las personas internas participantes en el programa como en el resto de residentes del centro. Promover espacios de diálogo y comprensión resulta fundamental para romper estigmas y generar una mirada más
Leer más
Al rescate de plantas abandonadas
En Facebook existe un grupo llamado “Plantas Abandonadas o por Adoptar”. De hecho, existen varios: uno en Sevilla, otro en la Comunidad de Madrid, otro en Asturias, Cádiz, Granada… Son fruto del afán eco-solidario de Pepe Ortiz Coalman, un ingeniero sevillano que un día decidió que las plantas, como seres vivos que son, no merecen acabar sus días olvidadas en
Leer más