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24/05/2015
La Asociación Mundial de Rehabilitación Psicosocial, WAPR, ha celebrado en la ciudad de Turín el III Congreso Europeo de rehabilitación psicosocial. El tema principal ha sido la salud física, una dimensión frecuentemente ignorada en los tratamientos de las personas con problemas de salud mental, a menudo seriamente comprometida por una desafortunada combinación de hábitos no saludables (sedentarismo, tabaquismo, etc.), y los efectos a largo plazo de los medicamentos.
Francisco Sardina, miembro del board de WAPR en representación de las familias, participó en el congreso presentando el proyecto de Fundación Manantial.
Los representantes de WAPR Europa trabajaron en futuras líneas de colaboración estratégica en los paises miembros que permitan instaurar mejoras en el ámbito de la formación e investigación en salud mental.
En el ámbito de la prevención y la recuperación se señaló la importancia del entorno social y la oportunidad de modificar las condiciones para reducir el impacto de la crisis económica en los servicios sociosanitarios, especialmente en países europeos del área mediterránea (Grecia, España y Rumania).
Una de las principales conclusiones del congreso fue el acuerdo sobre la vigencia de los planteamientos de la rehabilitación psicosocial basados en un modelo comunitario de apoyos centrados en la persona y en su entorno natural, planteándose además la necesidad de mantener estrategias institucionales para coseguirlo.
La importante presencia de público y la cantidad y calidad de las presentaciones en este congreso, ratifica el interés en Europa por el desarrollo de la rehabilitación psicosocial.
Participación y ponencias presentadas
En el congreso participaron entre otros profesionales Antonio Maone, que presentó un libro colectivo que destaca la necesidad de comprender el proceso posible de recuperación como experiencia subjetiva del paciente, desde una identidad positiva de la persona, respetando su derecho a decidir y la expectativa de poder reconstruir una vida. Paola Carozza presentó su visión como un cambio de óptica “desde la centralidad de los servicios a la centralidad de la persona”.
A iniciativa de Nadira Barkalill y con el apoyo de Francisco Sardina, ambos representantes de familiares en WAPR, invitados especiales procedentes de Marruecos y España, se celebró una conferencia para estudiar estrategias para promover la rehabilitación psicosocial en países de baja renta, que concluyó con el proyecto de un Libro Blanco que se presentará en el Congreso WAPR de Seoul en Noviembre, y proponga como objetivo para los gobiernos algunas líneas mínimas de servicios para los países.
Otra línea de debate importante se centró en las estrategias farmacológicas óptimas desde el punto de vista de la recuperación de las personas. Se constata cierto agotamiento del modelo médico centrado en la terapia farmacológica para “evitación de recaídas”, como un modelo que no ha respondido a las expectativas de las últimas décadas con grandes inversiones en estudio de los aspectos biológicos (farmacología, genética). En ese capítulo, interesantemente, L. Wunderink, investigador de los servicios de Salud Mental de Friesland (Leeuwarden, Holanda), presentó un trabajo innovador que apunta a que las estrategias farmacológicas de reducción de dosis y discontinuación tras un primer episodio presentan ventajas en el largo plazo (no el el corto) sobre la estrategias conservadoras clásicas. En la misma línea resultó galardonado el póster “La farmacia de dentro” por una agrupación de usuarios sobre una experiencia de mas de diez años de grupos que promueven estrategias para aumentar la toma de responsabilidad de los usuarios en su proceso de recuperación, incluyendo la participación en las decisiones sobre uso de fármacos. Por último C. Gale presentó los resultados de la investigacion sobre expectativa de vida y muerte prematura de personas con enfermedad mental.
En el capítulo de avances y mejora de los servicios y su orientación hacia la recuperación, R. Guinea, presidente electo de WAPR, presentó su trabajo de cuatro años sobre una experiencia de mejora de la competencia profesional basado en un modelo de supervisión clínica que apunta al apoyo a la elaboración subjetiva de los profesionales de la experiencia de los encuentros (y desencuentros) con los usuarios en los servicios.