Hace mucho tiempo, ingresé en el policlínico San Carlos. El psiquiatra que me trataba, empezó a medicarme. La “medicación” me sentaba como un mal tiro en la cabeza. (Quiero explicarlo así). La sensación que sentía era muy desagradable, me sentía muy nervioso, y ni siquiera podía pensar. Después, me volvieron a medicar, y ninguna medicación era acertada.
Me destruyeron la vida, cuando yo hablaba a mi familia de cómo me sentía, no me hacían ni caso. Los psiquiatras tenían la suficiente sangre fría para destruir una vida.
Cuando ya llevaba una década, daba por perdida mi vista. Finalmente ingrese en el hospital, tenia lo-que yo llamaba-“ataques a la vista”-, no soportaba la luz, veía puntitos y la visión la tenia bizca. Me cambiaron la “medicación” y desaparecieron todos los síntomas.
Actualmente, todo es distinto. El psiquiatra “negocia” la “medicación”, y escucha mi opinión. Ahora me encuentro perfectamente, y espero que esta situación dure mucho.
Hay psiquiatras que no negocian la “medicación”, no les importa los efectos secundarios, ni el estado del paciente.
Hola Pablo,
Me ha impresionado tu comentario. Siempre se habla con demasiada ligereza de los efectos secundarios de la medicación y como bien dices, no siempre se negocia la asignación de una pauta u otra en función de dichos efectos, sólo de su efectividad.
Me alegro mucho que hayas dado con un psiquiatra "buen negociador" y deseo que esta forma de trabajo se expanda por mas centros de atención.
Es una actitud necesaria y esencial.
Gracias por compartir tu experiencia.
Un saludo.
Cuando cualquier paciente acude al médico de familia por dolor de cabeza, estómago, etc. Ningún médico se cuestiona estos síntomas y receta un medicamento adaptado al paciente. Cuando una persona con enfermedad mental acude al psiquiatra, deberían respetar igualmente al paciente e intentar adaptar el tratamiento y escuchar más a la persona. Por suerte esto es cada día más frecuente, pero queda aún mucho camino por delante. Entre todos lucharemos para conseguirlo. Un beso Pablo, estoy muy orgullosa.
Hola Pablo,
Me ha impresionado tu comentario. Siempre se habla con demasiada ligereza de los efectos secundarios de la medicación y como bien dices, no siempre se negocia la asignación de una pauta u otra en función de dichos efectos, sólo de su efectividad.
Me alegro mucho que hayas dado con un psiquiatra "buen negociador" y deseo que esta forma de trabajo se expanda por mas centros de atención.
Es una actitud necesaria y esencial.
Gracias por compartir tu experiencia.
Un saludo.
Cuando cualquier paciente acude al médico de familia por dolor de cabeza, estómago, etc. Ningún médico se cuestiona estos síntomas y receta un medicamento adaptado al paciente. Cuando una persona con enfermedad mental acude al psiquiatra, deberían respetar igualmente al paciente e intentar adaptar el tratamiento y escuchar más a la persona. Por suerte esto es cada día más frecuente, pero queda aún mucho camino por delante. Entre todos lucharemos para conseguirlo. Un beso Pablo, estoy muy orgullosa.