Blog Fundación Manantial
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27/06/2017
Me gustaría compartir con vosotros y vosotras algo que me ha sucedido hoy mismo.
Me llaman al móvil y no me da tiempo a cogerlo. Nunca suelo devolver las llamadas perdidas a números desconocidos pero al estar pendiente de que me llamen de varios procesos de selección de distintas candidaturas, opto por llamar al número. Doy mi nombre completo y pregunto para qué me habían llamado. En el otro lado del teléfono se escucha una voz que repite mi nombre y me dice:
– ¡Ah, sí!… es por lo del Ayuntamiento… lo del puesto de conserje para el Ayuntamiento… ¿Es que no has echado el currículum?
Yo reacciono entre alegre y nervioso y pido más información, la persona que me está hablando menciona el conocido portal de empleo para discapacitados en el que me inscribí para esa candidatura. Acto seguido me pregunta el tiempo que llevo sin trabajar, yo tan nervioso por la situación me confundo pero soy capaz de rectificar. Se me pregunta por mi último trabajo en activo y yo contesto correctamente. Es cuando entonces se me pregunta si soy discapacitado y yo de buen grado le contesto y le digo el grado de discapacidad. Después se me pregunta por el tipo de discapacidad, algo totalmente impropio por el medio, las formas de hacerlo y por la pregunta en sí misma, aún así contesto sin tapujos porque creo que no tengo nada que ocultar ni de lo que avergonzarme, también pregunta el porqué de todo ese tiempo sin trabajar y yo contesto que porque he estado recuperándome.
– Discapacidad por un problema de salud mental- digo sin contemplaciones ni rodeos.
Se hace un breve pero incomodísimo silencio y el sujeto me contesta:
– Pues ya si eso le llamaremos más adelante para una entrevista personal.
Cuelgo el teléfono, me río y bromeo en voz alta delante de la amable administrativa de mi CRL.
– Sí, claro. Seguro que me llamáis enseguida…- contesto con sorna.
A continuación explico a los allí presentes lo sucedido y se quedan atónitos.
Al llegar a casa la curiosidad me puede y no puedo aguantar ni un minuto sin consultar en el citado portal de empleo para discapacitados el estado de mi candidatura para el puesto objeto de la llamada telefónica, sorprendentemente mi candidatura ha sido desestimada sin haber realizado la prometida entrevista laboral personal. ¡Menudo chasco! O mejor dicho: ¡Menudo fiasco! Porque era lo que yo me esperaba que sucediese por la actitud de mi entrevistador telefónico.
Fiasco porque a través de un portal orientado a discapacitados no se nos da el mismo trato ni oportunidades a todos los discapacitados, sea cual sea el tipo de discapacidad y el grado de la misma. No es culpa esto del portal sino de la persona que con actitud inquisitorial y como con desgana hace las veces de personal de Recursos Humanos. Fiasco porque si el puesto es para un Ayuntamiento se espera que se haga caso de las políticas de integración y de servicios sociales del mismo por parte de sus funcionarios.
Pues bien, esto es real, como la vida misma, como mi vida o como la vida de tantos discapacitados psíquicos a los que se les cierran las puertas del trabajo sin llegar a hacerles siquiera una entrevista laboral presencial y con prueba de aptitud que demuestre o no su idoneidad para el puesto de trabajo. No pedimos nada de regalo por ser discapacitados sino lo que nos corresponde como personas con los mismos derechos que el resto de discapacitados o enfermos de cualquier tipo.
Esto no es una pataleta sino una denuncia de unos hechos que considero injustos, de una situación y una sociedad injustas con nosotros los que sufrimos problemas de salud mental.
Es totalmente injusto porque al final sólo encontramos barreras, estigmas e impedimentos incluso en las ofertas de trabajo de las que somos destinatarios.
Y sinceramente, no espero que se me recompense con un puesto de trabajo o que se me alabe por denunciar una injusticia sino que espero que esta discriminación y todas las injusticias de este tipo que se cometen continuamente en nuestra contra cesen de una vez por todas.
Por Pedro A. Lara, blogger de afición e interesado en el crecimiento y desarrollo personal, así como defensor de los derechos fundamentales de las personas.
Puedes leer más post de Pedro en su blog personal: http://siguiendoadelante.tumblr.com
Esto es así, y si te contratan no serás tratado tampoco como el resto de tus compañeros con discapacidad física, ojo con el maltrato y el acoso laboral. os recomiendo a todos y todas las que trabajas sindicaros, los principales sindicatos tienen departamentos para personas con discapacidad. Salud!
Y SIEMPRE SEGUIRÁ SIENDO ASÍ. MI HIJO DE CASI 33 AÑOS, CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL ESTÁ HARTO DE HACER TANTISIMOS CURSOS, PREPARARSE CON AHINCO Y ESPERANZA Y A LA HORA DE LA VERDAD ES SIEMPRE EL "YA TE LLAMAREMOS, SI ESO…."
Y ES UN CHICO EXCELENTE, HONESTO, EDUCADO Y SUPER DISCIPLINADO, ADEMÁS TOTALMENTE INDEPENDIENTE EN CUESTIONES DE TRANSPORTE POR TODO MADRID Y BUENO CON ORDENADORES.
PERO DA IGUAL…..