Irene y su experiencia en el proyecto “La escalada como desarrollo emocional”
Para mí, antes de participar en este grupo, la escalada me parecía un deporte de riesgo donde el ser humano se enfrenta a la montaña, pero ahora, tras este año de ir al rocódromo, la definición sería otra.
Yo llegué a este proyecto de rebote (supliendo a Lurdes), pero con ganas. Me apetecía mucho poder participar en una actividad con otras personas del Centro de Rehabilitación Laboral de manera completamente horizontal, aunque en este caso, ni siquiera partía en igualdad de condiciones. Yo llegaba con desventaja ya que todos los demás se habían iniciado en clases anteriores.
Desde el primer día, sentí que el grupo me acogía desde el calor, a pesar de ser enero, y que me permitía sentir el miedo que también ello/as tuvieron en esa sesión inicial; desde entonces y hasta ahora, diferentes personas han pasado por el rocódromo, pero a pesar de ello siento que tengo un grupo de escalada, un grupo que se crea y se destruye en función de la necesidad de todos los participantes, en el que cada uno de nosotros, según la ocasión, nos asomamos a lo que nos bloquea o a lo que otro día nos impulsa, a lo que nos hace sentirnos fuertes y seguro/as, o pequeñito/as y con el mismo miedo que tendríamos si nos estuviéramos enfrentando a un león; pero con un extra añadido, y es que uno no puede escalar solo. Es decir, en esta travesía a lo largo de la pared, siempre hay dos, uno que trepa y otro que desde abajo se responsabiliza de cuidar la seguridad, siendo ambos igual de imprescindibles, lo que genera unos lazos de confianza y sinceridad imposibles de simular.
Para terminar, quiero compartir mi nueva definición de la escalada, ahora considero que es un deporte donde el ser humano se enfrenta a sí mismo, con todo lo que esto, para cada uno de nosotros supone; y me siento muy afortunada de participar en nuestro grupo, que está formado por personas valientes que en cada sesión tratamos de aprender y compartir lo que la escalada nos hace sentir y desde aquí mirarnos con otros ojos a nosotros mismos, para así poder mirar con otros ojos al que tenemos al lado.
Gracias compañeros.
Irene, Grupo de Escalada del Centro de Rehabilitación Laboral «Hortaleza»
Deja una respuesta