Gerardo y su experiencia en el proyecto “La escalada como desarrollo emocional”
El primer día que fuimos al rocódromo y vi la pared, me pareció imposible que yo fuera capaz de subir hasta arriba. Pero después de varias sesiones, el cuerpo se va tonificando, vas aprendiendo a hacer fuerza con las piernas, cuáles son las presas buenas,… Cada día te vas superando, poniendo tu límite cada vez más lejos. Llegas arriba y más allá.
Gerardo, Grupo de Escalada del Centro de Rehabilitación Laboral «Hortaleza»
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