Blog Fundación Manantial
Blog Fundación Manantial
11/01/2018
No puede ser que mientras tratamos de defender nuestros derechos como personas y enfermos otros se encarguen de pisotearlos a modo de broma, comentario jocoso de turno, topicazo absurdo y desfasado o estereotipo que nada tiene que ver con nuestra realidad.
Desde una política venida a menos con ansias de recuperar su preciado lugar en primera plana hasta un circo que utiliza la locura y su lado más negativo, morboso y violento como atractivo; desde el sensacionalismo y amarillismo de las noticias de sucesos que se centran más en hablar de diagnósticos que desconocen (y en ocasiones poco verídicos, por no decir en su mayoría) que en el hecho de que son las personas malas y sin escrúpulos ni respeto por la vida los que más delinquen o cometen actos de agresión hacia los demás independientemente de si están afectados o no por una enfermedad mental (cuando está demostrado estadísticamente que los que más cometen este tipo de actos son los considerados “normales”) hasta películas que se cachondean de los síntomas y tics propios de distintas enfermedades de salud mental con total impunidad y con las risas de gran parte de esta ignorante y estúpida sociedad que nos rodea; y finalmente, el “anuncio” una suerte de chorrada subrealista que no sólo nos acerca el horrible recuerdo de los manicomios de antaño y las camisas de fuerzas sino que también menciona algunas enfermedades y las banaliza.
Lo peor de todo ello es que nuestro enemigo no son solo las mentes cuadradas, carcas, casposas o conservadoras y prejuiciosas de siempre que temen todo lo distinto o desconocido, a ellas, se les han unido no los menos ignorantes progres que presumen de modernidad, arte y gracejo…
Y sí, estoy enfadado e indignado y mucho porque todas esas personas están sacando beneficio económico o personal de algún tipo por ridiculizarnos al extremo, por convertirnos en los bufones estigmatizados del reino, por reírse con sus seguidores, “followers” y amigos de pacotilla, de nosotros y nuestros problemas, dolor, sufrimiento y demás miserias que nosotros tratamos de llevar con total entereza, paciencia y supervivencia.
Haría un llamamiento al boicot a esas empresas y personas que nos destruyen a nosotros y destruyen reiteradamente nuestra imagen por conveniencia económica o capricho “kistch” pero bien sé que ni aún teniendo gran repercusión en mi petición se bajarían de su carro de oro y laureles (todos ellos conseguidos en nuestro detrimento), porque protestas de las distintas asociaciones y organismos que nos protegen y ayudan ya han levantado la voz y han expuesto sus quejas respectivas y porque yo mismo escribí a esa “politicucha”, a la que admiraba desde niño, para pedirle una rectificación sabia de sus palabras y una disculpa, sin recibir ni una mala contestación ni respuesta alguna. Tan tozuda ella no iba a reconocer su error o simplemente se la “soplaba” con tal de ser “trending topic”, hablando mal pero bien claro.
¿Y por qué no sirven de nada nuestras quejas?
Porque gracias a sus continuas campañas de desacreditación y sus bochornosas caricaturas de lo que es la salud mental y sus afectados, apenas nadie ya nos toma en serio, siempre hay que tener un chivo expiatorio que sirva para expiar las miserias y amarguras propias de cada cual y en eso nos hemos convertido nosotros: ¿Que hay un asesinato? Lo habrá cometido algún demente que no estaba debidamente encerrado ni medicado hasta ser un ser inerte; ¿Que hay que reírse de alguien? Pues ponemos a una enferma mental en nuestra serie para ridiculizarla porque ya no tenemos respeto por nada ni por nadie y menos aún por quien consideramos inferior.
Pues no, se acabó o se va a acabar pronto.
Mientras tengamos derecho a queja y a protesta lo ejerceremos, mientras nos queden voz y tinta denunciaremos cada indignante atropello que se cometa contra nosotros. Somos personas, somos ciudadanos, tan importantes como el resto de personas que conforman la sociedad y estamos más que hartos de sus chanzas, burlas, señalamientos, acusaciones, difamaciones y todo tipo de tropelías que cometen en contra de nuestro colectivo. Un colectivo que bastante ya tiene con todas sus dificultades como para que no le dejen levantar cabeza y lo hundan en el fango y en la inmundicia y encima hagan sangre con ello, se rían de nosotros en nuestra cara, banalicen sobre nuestros diagnósticos o síntomas quitándoles gravedad o seriedad, y encima tengan beneficios con ello en lugar de ser sancionados como debería ser.
¡Basta ya de una vez! ¡Estamos más que hartos!
Por Pedro A. Lara, blogger de afición e interesado en el crecimiento y desarrollo personal, así como defensor de los derechos fundamentales de las personas.
Puedes leer más post de Pedro en su blog personal: http://siguiendoadelante.tumblr.com
COMPLETAMENTE DE ACUERDO, SR. LARA.
DEBERIAMOS JUNTARNOS TODOS Y HACER ALGO PARA QUE MUCHISIMA MÁS GENTE NOS ENTIENDA, NOS ESCUCHE Y NOS PRESTE APOYO…
NO ME IMPORTA QUE APAREZCA MI NOMBRE Y DIRECCIÓN.
SOY MARISTELA MAULER GRUBER, MADRE DE UN HOMBRE MUY ESPECIAL, CON CASI 33 AÑOS DE EDAD, PORTADOR DE UNA DEFICIENCIA INTELECTUAL Y MUY BIEN PREPARADO PARA EL TRABAJO, PERO NO HAY OPORTUNIDADES. TODO SON ENGAÑOS, MENTIRAS .
MI WEB: http://www.maristelagruber.com y mi email: maristelamauler@gmail.com.
GRACIAS POR SUS PALABRAS, SIEMPRE REALES, LLENAS DE RAZÓN Y VERDAD!