Empecé la escalada con desgana y poca fe en este deporte, aunque para la mayoría de las tareas me encontraba de ese modo.
Gracias al apoyo de mi familia, técnicos del Centro de Rehabilitación Laboral (en especial a Carolina, Ricardo y su novedosa actividad deportiva, a parte de la escalada y a Irene) y cómo no mencionar al resto del grupo de compañeros; comencé la experiencia y a pesar del brutal primer día, poco a poco he ido adquiriendo habilidades que me han servido para el día a día a nivel mental, social y físico.
Hasta el último viernes, allá por finales de diciembre, no me di cuenta de mi capacidad para escalar, con lo que me demostré que con trabajo, atención y esfuerzo merece la pena intentar cosas nuevas.
Por último daros a todos, en referencia al gran grupo de escalada y a todo aquel que lea esto, mil gracias y un achuchón grande.
Nota: La escalada está genial, más también he aprendido que te enseña a mantener los pies en el suelo.
David Ricardo, Grupo de Escalada del Centro de Rehabilitación Laboral «Hortaleza»
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